Hace 33 siglos, el pueblo bereber comenzó a escribir su historia. Una historia que, hasta hace muy poco, ha permanecido oculta. Pese a haber contribuido enormemente a culturas como la fenicia, la griega o la romana, la cultura amazigh era una gran desconocida.
Conocidos como los amazighes, sus tribus poblaban gran parte de África septentrional, desde los desiertos de Egipto al océano Atlántico y desde las costas del Mediterráneo al interior del Sahara. Si un rasgo característico de los bereberes ha pervivido desde sus remotos orígenes hasta hoy ha sido su carácter rebelde. Aunque los bereberes han llegado a ser calificados como “anarquistas” por algunos investigadores, su espíritu indómito e independiente les permitió escapar siempre al control de los sultanes que intentaban organizarlos.
Pero poco se sabe de esta sociedad que tanta influencia ha tenido en casi todas las grandes civilizaciones mediterráneas. Lo que hoy se conoce de la historia de este pueblo, nos ha llegado a través de escritos griegos, fenicios y romanos.
Los bereberes mantenían, desde tiempos remotos, relaciones e intercambios económicos, culturales, sociales y políticos con los pueblos europeos y mediterráneos (iberos, fenicios, celtas, griegos, cartaginenses, romanos...) y han sido citados por los primeros historiadores como el griego Heródoto, el romano Salustio o San Agustín, de origen bereber.
El arqueólogo y historiador francés Stephane Gsell (1864 - 1932) afirma que las relaciones más numerosas y las más fructíferas de la Berbería las tenía con Italia y España. Y dice que los antiguos la colocaban [la Berbería] en Europa.
Sin embargo, en las últimas décadas se están multiplicando las investigaciones internacionales acerca de la cultura amazigh.En el epicentro de este resurgimiento se ha situado la Fundación Euroárabe de Altos Estudios, a través de su Cátedra Internacional de Cultura Amazigh.
Gracias al despliegue de relaciones científicas y diplomáticas de esta Fundación, Granada es hoy un polo de desarrollo de la cultura amazigh a nivel mundial. La relación iniciada con el Instituto Real de la Cultura Amazigh de Marruecos y el Alto Comisionada del Amazigh de Argelia y los diversos convenios firmados con universidades y fundaciones, tanto norteafricanas como europeas, impulsan la difusión de un legado cultural que tanta trascendencia tuvo en Al-Andalus.
Talleres y exposiciones se suman al abordaje interdisciplinar de una cultura que durante siglos se ha visto silenciado. El próximo curso, alumnos de varios colegios de la ciudad conocerán la escritura amazigh, así como otras artes de este pueblo.
Ese liderazgo científico en la promoción de la cultura bereber ha llevado a la Fundación Euroárabe a organizar dos encuentros internacionales durante el próximo otoño.
Organizado por su Cátedra de Cultura Amazigh y el Instituto de Estudios Medievais de la Universidad Nova de Lisboa, el 22 y 23 de septiembre tendrá lugar en la capital portuguesa el coloquio internacional “La herencia amazigh en la Península Ibérica”.
Las áreas principales que abordarán serán historia, arqueología, literatura, arte, arquitectura, geografía y filología. Investigadores de toda Europa y varios países del Norte de África han confirmado ya su presencia a una cita que ayudará a desvelar secretos aún guardados sobre los bereberes.
Posteriormente, en el mes de noviembre, tendrá lugar en Granada el II Foro Euro-Amazigh de Investigaciónque abordará el tema de "La onomástica medieval del Norte de África y de la Península Ibérica" incidiendo sobre la influencia amazigh.
El éxito del celebrado el pasado año evidenció el elevado interés que existe sobre esta cultura a nivel internacional. Especialistas de universidades de Argelia, España, Francia, Marruecos, Portugal y Estados Unidos participaron en la primera edición de este encuentro científico.
Origen y territorio de los amazighes
Los beréberes, pueblo autóctono del Norte de África con identidad y cultura específicas, se autollamanAmazigh (“imazighen” en plural) que significa persona libre. El territorio geográficos de los Imazighen se llama la Berbería (Tamazgha) que se extiende desde el oasis de Siwa en Egipto hasta las Canarias pasando por Túnez, Libia, Argelia y Marruecos además de la zona de los tuareg, que es un subgrupo amazigh, Mauritania, Malí y Níger.
Renacimiento amazigh
Actualmente, en todos los países del Norte de África, se experimenta un renacimiento amazigh que se refleja en la gran producción artística y literaria, la creación de instituciones oficiales de promoción de la cultura amazigh y la existencia de movimientos sociales sólidos de lucha por la democracia, la justicia y el reconocimiento de los derechos políticos, sociales, económicos y culturales del pueblo amazigh.
Estos movimientos han participado (y siguen) en las dinámicas de cambio llamadas “primaveras de democracia” que se iniciaron finales de 2010 en los países del Norte de África y derrocaron las dictaduras que destruían, durante décadas, todas la dimensiones de la cultura amazigh. Gracias a estas “primaveras”, los amazighes han logrado una parte de sus derechos que van desde la reivindicación de su existencia e identidad, la libertad de asociación (Egipto y Túnez), la libertad de expresión, el derecho de participación política (Libia) y la oficialización de su idioma (Marruecos).
En este enlace se puede ver el documental sobre el renacimiento amazigh La Renaissance amazighe
Su relación con Al-andalus y la Península Ibérica
A pesar de que las relaciones históricas de los Imazighen (beréberes) con la Península Ibérica en general remontan a tiempos pre-islámicos, existe un gran desconocimiento tanto de la historia como de la realidad actual de los amazighes, pueblo que ha cohabitado y desarrollado relaciones económicas, culturales, sociales y políticas desde la antigüedad con todos los pueblos del Mediterráneo como los iberos, los fenicios, los celtas, los griegos, los cartagineses y los romanos y posteriormente con los árabes, los italianos, españoles, portugueses y franceses.
Los amazighes, representados en las dinastías Almoravide, Almohade, Merinide, Zrí entre otras, han contribuido durante siglos a la construcción de la civilización islámica en la Península Ibérica dejando su huella en todos los ámbitos de la historia de al-Ándalus: valores, artes, ciencia, derecho y costumbres, organización sociopolítica y económica, arquitectura, toponimia, monumentos,...
En otoño 2016, la Fundación Euroárabe publicará un libro sobre "Contribuciones de los amazighes en la historia y civilización de Al-andalus", actas del I Foro Euro-amazigh de Investigación que tuvo lugar en Granada en noviembre 2016.
Su relación con Europa
En la historia moderna, la relación de Europa con los amazighes va ganando importancia desde el siglo XIX con los primeros estudios realizados por los exploradores europeos en el Norte de África sobre la sociedad, la cultura, el territorio y la lengua amazigh. Estos vínculos se han intensificado durante el periodo colonial y se han visto reforzados por la multitud de investigaciones científicas realizadas en las universidades europeas, la creación de departamentos de estudios beréberes, la enseñanza de la lengua amazigh en varias instituciones y su inclusión, desde 1950, en la lista de idiomas facultativos para pruebas de Bachillerato en Francia. Así, a pesar de cierta internacionalización, Francia conserva una posición hegemónica en los estudios amazigh, tanto en las formaciones universitarias como en la producción científica.
Además de la fuerte presencia de los amazighes en Europa que ha empezado desde el siglo XIX, en Francia sobre todo donde que actualmente se estiman de más de dos millones. Esta presencia amazigh en Europa se refleja en el gran número de asociaciones amazigh activas en todo el territorio europeo, la constitución, finales de los años 90, del Congreso Mundial Amazigh con sede en París y la creación, en 2000, del canal Berbère TV que emite desde la capital francesa.
Algunas curiosidades de la cultura amazigh
El término amazigh identifica a los pobladores del África septentrional, desde los desiertos de Egipto al océano Atlántico, y desde las costas del Mediterráneo al interior del Sahara. Los imazighen y su idioma, el tamazight, habitaron todo el norte africano desde los primeros tiempos de la historia.
- Amazigh (pronunciar "z" francesa y "gh" como jota española) es la manera correcta para referirse al pueblo bereber y su cultura. El término “bereber” viene del término “barbarus” que utilizaban los griegos y romanos para designar todo pueblo que no habla sus idiomas y no forma parte de sus culturas.
- Su lengua, Tamazight, es afroasiática y pertenece a la familia de lenguas camítico-semítica. En este idioma se incluyen una serie de variantes que se hablan en diferentes países como Marruecos, Argelia, Libia, Túnez, Malí, Níger, Egipto o las ciudades autónomas Melilla y Ceuta y las islas Canarias antes de su conquista.
- El Tifinagh, también conocido como “líbico-bereber”, es el alfabeto utilizado en Tamazight. Se escribe de izquierda a derecha y data, al menos, del siglo III a.C.Se extendía desde el norte de Sudán hasta las Islas Canarias.
- Es una cultura de matriarcado cuyas sociedades las lideran las mujeres asumiendo roles centrales a todos los niveles, tal y como demuestran los estudios de la antropóloga francesa Hélène Claudot-Hawad.
- Futbolistas conocidos en España como Zidane, Benzema, Afellay, El-arabi, Fajir, Ghilas... son amazighes.
- El Reino que fundó Granada en 1013, Ziri, era amazigh.
- Además de la predilección por la soberbia y el rechazo de toda suntuosidad o magnificencia, los bereberes se caracterizaron por su aferramiento al principio de igualdad, primero, entre los miembros de una misma tribu y, luego, entre todas las agrupaciones tribales. La tradición bereber se distinguió también por un sentimiento de unidad compartido por grupos de clanes vecinos o por un conjunto de tribus heterogéneas, especialmente cuando se trataba de hacer frente a al amenaza de enemigos comunes.
- Los amazigh de la época musulmana preferían comparecer ante jueces de origen bereber y renegaban a sus raíces cuando aspiraban a cargos políticos.
- Los cabecillas de las tribus se designaban por méritos y en función tanto de la situación de dignidad que ocupaban en la sociedad como de su capacidad personal y material.
- En Marruecos, los antiguos amazigh dejaron casi mil símbolos caligráficos tallados en rocas y placas de piedra.